Científicos: «Es posible que vivamos dentro de un agujero negro»

En contra de lo que explica la ciencia tradicional, algunos científicos están empezando a considerar seriamente la posibilidad de que todo el universo pueda estar dentro de un agujero negro.

Un artículo publicado este martes en la revista ‘National Geographic’, señala que esta teoría habría sido apuntada por varios científicos que señalan que un momento antes del Big Bang (el supuesto origen de todo lo que conocemos) toda la materia y energía del universo que emergió de dicha explosión estaba compactada en una «partícula finita» increíblemente densa. Digamos que podría llamarse ‘la semilla del nuevo universo’, afirman los científicos.

Esta semilla se cree que sería posiblemente miles de millones de veces más pequeña que cualquier partícula que el ser humano haya podido observar. Y sin embargo, tras el Big Bang, esta partícula pudo haber desencadenado la producción de todas las demás partículas, de cada galaxia, del sistema solar, de los planetas, las personas y de todo lo que conocemos. Entonces, ¿cómo se crea una semilla de este tipo?

La posible explicación

La idea defendida por Nikodem Poplawski, investigador de la Universidad de New Haven, Connecticut (EE.UU.), es que la ‘semilla’ de nuestro universo fue forjada en un «horno definitivo», probablemente el ambiente más extremo en toda la naturaleza: el interior de un agujero negro.

A partir de un detallado análisis del movimiento de las partículas que entran en un agujero negro, Poplawski llegó a la conclusión de que, en realidad, existe todo un universo dentro de cada agujero negro. «Pudiera ser que los grandes agujeros negros que hay en el centro de la Vía Láctea y de otras galaxias sean, en realidad, puentes hacia otros universos», explicó el científico.

Según las teorías de Einstein, en el interior de cada agujero negro existe una «singularidad», una región de espacio en la que la densidad de la materia tiende al infinito. La enorme fuerza de gravedad de ese ‘condensado hiperdenso de materia’ es tal, que ni siquiera la luz puede escapar de él. Por eso, para nosotros esos objetos son «negros», porque no emiten luz y no podemos verlos, ni obtener, en principio, ninguna información de qué hay en su interior.

Pero, ¿cómo podemos saber si efectivamente estamos o no viviendo dentro de un agujero negro? Si Poplawski tuviera razón, ninguno de nosotros estaría viviendo dentro de lo que consideramos «nuestro» universo, sino en el interior de un agujero negro que estaría, a su vez, en «otro universo» diferente.