Aunque dejar de fumar lleva implícita una mejora en nuestra salud en general y una reducción en el riesgo de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y en el desarrollo del cáncer, ahora, un nuevo estudio conjunto de las universidades de Oxford, Birmingham y Kings College de Londres, ha puesto de manifiesto que los efectos de dejar de fumar también se sienten en la salud mental.
Los especialistas en trastornos mentales son muchas veces reacios a animar a abandonar la adicción al tabaco de sus pacientes por creer que ésto empeoraría su salud mental. Para comprobar o refutar esta hipótesis los investigadores analizaron los resultados de 26 estudios de adultos a los que se había evaluado su salud mental antes de dejar de fumar y al menos 6 semanas después de dejarlo. Los participantes tenían una edad media de 44 años y fumaban alrededor de 20 cigarrillos al día.
Tras esto realizaron un seguimiento durante los seis meses siguientes. Los resultados, que han sido publicados en la revista British Medical Journal, revelaron que los pacientes mejoraron en todas estas áreas: depresión, ansiedad, estrés, calidad de vida a nivel psicológico y visión más positiva de la vida, llegando a determinar que los efectos beneficiosos de haber dejado de fumar se asemejaban o superaban incluso a los tratamientos con antidepresivos para los trastornos del humor y la ansiedad.
Desafiando la suposición generalizada de que fumar tiene beneficios para los enfermos con trastornos mentales, este estudio sentencia la posición contraria: dejar de fumar también mejora la salud mental.