La felicidad de un hijo, la meta de todo padre. ¿Quién no desea que su hijo sea feliz? Creo firmemente que el mayor deseo de un padre o madre es que su hijo sea feliz, que sepa afrontar las preocupaciones y que sepa vencer sus miedos.
Una vida no debe estar exenta de miedos o preocupaciones, pero lo importante no es evitarlo a los pequeños, lo esencial es que sepan cómo manejarse ante estas situaciones que producen estrés. Son muchas las ocasiones donde la infancia no siempre significa felicidad aunque desde los ojos de un adulto se vea como un período vivencial perfecto.
Pero, ¿tu hijo será feliz? Qué gran pregunta para un padre… Desde aquí, te quiero explicar algunas de las cualidades que definen a un niño o niña feliz.
Vivir el presente
Los niños tienen una experiencia de vida corta y viven el presente en su máximo potencial. Los adultos acostumbramos a tener una capacidad para recordar el pasado y siempre estamos pensando en el futuro e incluso adelantándonos en las vivencias que igual luego nunca ocurren, pero nos angustiamos.
El impulso ante la vida tan bonito que tienen los niños debería servir de ejemplo a los padres para aprender a vivir el presente, preocupándonos por el futuro, claro, pero sin adelantarnos.
Alegría y vitalidad
Se resume en: está y se le ve contento. El estado de ánimo que muestra el pequeño es la manifestación de su felicidad, como una persona que está contenta casi todo el tiempo.
Es totalmente habitual y normal que un niño que es feliz también se enfade y tenga rabietas, pero en el balance del día es que pasa más tiempo contento, y como padre o madre podrás observar como tu hijo experimenta más momentos de felicidad que de tristeza.
En la escuela se siente contento
Si tu hijo es feliz verás cómo disfruta de la escuela y además, se sentirá muy bien dentro de ese contexto aprendiendo nuevas cosas cada día, jugando con sus amigos y haciendo nuevos casi de forma innata.
Un niño con felicidad ve la vida de forma positiva y su etapa educativa también es algo bueno para él. En el otro extremo, los niños que son infelices en la escuela odian los lunes porque asocian la escuela más como algo negativo que como algo bueno.
Se lo pasa bien
Un niño que es feliz sabe cómo disfrutar el momento y en cualquier lugar. Se divierte con mucha facilidad en cualquier plan, ya sea en familia, en tiempo de ocio e incluso en actividades donde está solo.
Menos miedos
Que los niños tengan miedos en la infancia es algo habitual y muy normal, pero un niño que es feliz y ve el lado positivo y bueno de todo, manifestará menos miedos que aquellos que no son del todo felices.