Carlos Alberto González, de 26 años, se ganaba el pan de cada día vendiendo periódicos en la segunda entrada de Las Colinas de la carretera a Masaya, pero más bien encontró la muerte tras ser arrollado por un vehículo cuyo conductor se dio a la fuga.
Las autoridades de tránsito de la Estación V buscan hasta por debajo de las piedras al despiadado conductor que no le importó lo que hizo, simplemente huyó sin tomar en cuenta el dolor que le causó a la humilde familia de González.