Para los investigadores oficiales fue un poco difícil de creer la coartada que utilizó José Nicolás Flores Calero, supervisor de una empresa de vigilancia, al ver las circunstancias en que falleció su compañero de trabajo con tres impactos de bala en su cuerpo, provenientes de un revólver, calibre 38. Desde el principio parecía que este sujeto era el responsable del mortal crimen.
Ramiro Eulogio Vetando Sánchez, era el nombre del vigilante que murió, presuntamente por no obedecer a su jefe Flores Calero, quien al parecer «en un momento de enojo, le disparó con premeditación y alevosía», dijo el jefe policial. Por ahora el acusado se declaró inocente, pero la investigación continúa.
Pablo Emilio Gutiérrez