Políticos occidentales empiezan a entender que han cometido un error al apoyar el golpe de Estado en Ucrania, que ha puesto en libertad una amenaza nacionalista en el país del Este de Europa, afirmó el analista político Mark Almond.
«Los medios y líderes occidentales se mostraron entusiasmados por el llamado poder popular y hacían la vista gorda a la presencia de grupos armados y neonazis en las calles de Kiev. Pero ahora están preocupados por la situación», dijo el profesor de historia de la Universidad de Oxford en una entrevista concedida a RT.
Almond señaló que se oyen cada vez más críticas hacia el nuevo Gobierno ucraniano por revocar el estatus regional del idioma ruso y levantar la prohibición sobre los símbolos nazis.
«De repente empezaron a hablar de la fuerza altamente desestabilizadora que habían liberado», subrayó.
Según el experto, los políticos se dieron cuenta de que con el derrocamiento de Víktor Yanukóvich en el golpe de Estado la tragedia no había terminado y que eso era solo la primera jornada.
«Todo esto indica el increíble infantilismo e incompetencia de los países miembros de la OTAN. Fomentar esta crisis sin pensar en las consecuencias: la liberación de las fuerzas nacionalistas y el miedo de que puedan quedar fuera de control», concluyó.