La tragedia de Ucrania es fruto de una ‘inversión’ de EE.UU. y sigue su guion

La revuelta nacionalista de Kiev estaba siendo preparada por EE.UU. desde hace años y solo el Estado invirtió más de 5.000 millones de dólares en ese proceso. Incluso multimillonarios como Pierre Omidyar y George Soros no escatimaron en gastos.

Estas son las revelaciones del lingüista y veterano de la Inteligencia estadounidense Scott Rickard.

«EE.UU. ha estado orquestando este derrocamiento en Ucrania durante mucho tiempo», dijo en una entrevista concedida a la cadena de televisión PressTV. «Y hay un individuo, el fundador de eBay, Pierre Omidyar, quien invirtió su dinero junto a George Soros (especulador financiero con una fortuna valorada en más de 22.000 millones de dólares)».

«Pues, esto fue un guion que se desarrolló durante varios años y según (Omidyar) el levantamiento fue fabricado por Occidente», añadió.

Conforme al experto, la razón para hacer esto es tanto económica como geopolítica. «Occidente trataba de empujar a Ucrania, así como a otros antiguos Estados soviéticos, a la OTAN», explica. «Al mismo tiempo se buscaba su acercamiento con la Unión Europea. Y eso que muchas personas en la propia UE no quieren que Ucrania se adhiera».

De los 50 millones de habitantes de Ucrania, recuerda el experto, cerca del 60% son de habla rusa y además de eso hay probablemente un 15% de quienes pertenecen a la rama de Crimea del pueblo tártaro. «Así, fue una pequeña minoría en Ucrania la que se congregó para unas reducidas protestas en Kiev, y estas resultaron muy violentas».

Las revelaciones de Rickard van al unísono con lo que dicen distintos analistas y con las advertencias y los pronósticos que hacían varios politólogos en los años previos a los violentos acontecimientos registrados en Kiev.

Años antes del comienzo de las protestas en Ucrania, la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), el organismo encargado de distribuir la mayor parte de la ayuda exterior de carácter no militar que concede el país, invirtió parte del dinero presupuestado en reforzar algunos grupos de la oposición en la antigua república soviética. Al menos así lo muestran los documentos financieros publicados por la revista digital Pando.com.

Contribuyeron al proceso también la Fundación Nacional para la Democracia, financiada principalmente por el Congreso de EE.UU., algunos particulares, como los dos inversionistas ya mencionados, y empresas privadas. Las sumas donadas variaban entre 30.000 y 420.000 dólares y se dirigían mayormente a los movimientos nacionalistas y proclives a la integración con los organismos paneuropeos en el centro y oeste de Ucrania.

En septiembre del 2011 la empresa Omidyar Network declaró los supuestos motivos de su apoyo al nacionalismo ucraniano. Su portavoz vinculó la entrega de un total de tres millones de dólares a seis entidades en Ucrania y otros cinco países con el deseo de «promover un Gobierno abierto y responsable».

De la distribución del dinero recaudado se hicieron cargo en los últimos años los allegados del anterior presidente ucraniano, Víktor Yúschenko (2005–2010), quien perdió las elecciones del 2010 frente a Víktor Yanukóvich. Así, el banquero y jefe de la Secretaría de la Presidencia, Oleg Rybachuk, organizó una ONG para que las transferencias estadounidenses llegasen a quienes estaban destinadas. La revista ‘The Financial Times’ admitió recientemente que ese proyecto «tuvo un papel importante en levantar la protesta y apoyarla».