La piraña es un pez carnivoro, de agua dulce, que vive en los rios de America del Sur. Su presencia es especialmente destacada en la Amazonia, en el Orinoco, las Guayanas y Paraguay.
Características:
Las pirañas conforman cinco generos dentro de la subfamilia de los Serrasalminae. Miden, normalmente, entre 15 y 25 cm de longitud, aunque se han encontrado ejemplares que superan los 40 cm. Son popularmente conocidas por sus afilados dientes y por su insaciable y agresivo apetito por la carne.
Las ultimas investigaciones sobre los especimenes Serrasalmus brandtii y los Pygocentrus nattereri se han realizado en el Lago Viana, el cual se forma durante la epoca de lluvias, cuando el rio Pindare se desborda. Los datos recogidos demuestran que estas especies de pirañas, en algunos momentos de su vida, comen vegetales, por lo que puede decirse que no son estrictamente carnivoros.
Alimentación:
Estos peces comen principalmente carne, lo que les permite desgarrar y masticar, favoreciendo que su dentadura se mantenga en perfecto estado. Existen variedades de piraña que comen también vegetales: lechuga, fruta y otro tipo de plantas. Ante todo, debemos evitar introducir la mano dentro de la pecera, porque es peligroso. También se pueden introducir peces vivos en la pecera, pero lo más higiénico y más cómodo es suministrarles un pienso específico.
Existen muchos casos de personas que no están capacitadas para el cuidado de estos peces, ya que al comprarlos pequeños no se imaginan el tamaño que pueden alcanzar, lo que les impide mantenerlos durante mucho tiempo. Debemos preguntar al dependiente de la tienda de animales todos los inconvenientes de tener una piraña en casa y asegurarnos de ser suficientemente responsables.
Dentro de las pirañas hay unas veinte especies bajo el nombre científico de serrasalmus, cuyos ancestros ya existían hace 100 millones de años. Aunque la literatura y la cinematografía se han encargado de crear una leyenda negra sobre estos peces, en realidad no son animales tan poderosos.
Por supuesto, las pirañas son muy agresivas, sobre todo la roja y la negra, pero no sólo comen carne, también fruta y hojas. Es muy poco probable que devoren a un humano en segundos tal y como muestran las películas, pero sí es cierto que muerden al menor atisbo de movimiento u olor a sangre.
Comportamiento:
Al contrario de lo que el cine ha divulgado, las pirañas no suelen atacar a los humanos, correspondiendo los escasos ataques registrados a los especímenes del género Pygocentrus. De hecho, los nativos se bañan tranquilamente en las aguas frecuentadas por estos peces, siendo la piraña un alimento cotidiano entre las poblaciones locales.
No obstante, debe advertirse que la agresividad de estos animales es mayor en la estación seca, debido a la escasez de presas. Por lo tanto, la agitación de una mano o un pie en el agua puede desencadenar un ataque por parte de la piraña, al confundirlos con un animal de tamaño reducido. También son frecuentes las mordeduras a los pescadores cuando intentan escapar de sus redes. Por lo general estos ataques se dan cuando sienten olor a sangre, ya que ésta excita su apetito.
Especies:
Existen diferentes variedades, entre ellas, la piraña roja, la piraña negra o la colossoma. Todas ellas alcanzan grandes dimensiones y es muy difícil distinguir a las hembras de los machos.
Los tipos de pacu apenas se pueden diferenciar. El color y la longitud son las pautas que podemos seguir para poder distinguirlos. El pacu rojo es el más ‘pequeño’ de la familia (alcanza setenta centímetros nada menos) y el color anaranjado de su abdomen es el que le da su nombre.
La falsa piraña negra es una de las favoritas de los aficionados a estos peces. Aunque puede llegar a medir metro veinte de largo, esto no suele ser lo habitual. Son muy longevos y suelen tener un tono gris oscuro o negro.
Los pacu suelen tener los ojos saltones, aunque esto no significa que tengan buena vista. Al contrario, han agudizado sobre todo su olfato, ya que las turbias aguas amazónicas impiden una óptima visibilidad.
Las pirañas más habituales en los acuarios suelen medir entre 30 y 35 centímetros. Lo mejor es comprar especímenes pequeños para poder verlos crecer. Son animales sociales, por eso, es bueno tener cinco o seis ejemplares, pero no muchos más ya que pueden tener comportamientos agresivos. Hay que tener cuidado porque si hay momentos en los que las pirañas pasan hambre, suelen satisfacer su apetito devorando a los individuos más débiles.
AGENCIAS