La agencia de inteligencia de EE.UU. está desarrollando un sistema de vigilancia electrónica contra los empleados del Gobierno federal que tienen acceso a documentos clasificados.
El nuevo sistema informatizado a través del cual las agencias de inteligencia estadounidenses tendrán acceso a las bases de datos gubernamentales, financieras y otras deberá controlar la actividad de 5 millones de empleados federales y seleccionar entre ellos a los agentes extranjeros, funcionarios corruptos, así como a las personas que pueden filtrar datos secretos, según AP.
Como señalan los funcionarios, la información sobre los empleados del Gobierno que tienen acceso a materiales clasificados entrará en el sistema de seguimiento informatizado de múltiples fuentes.
La nueva medida tiene por objeto prevenir la fuga de información vulnerable en situaciones como la del excontratista de la CIA Edward Snowden, quien durante su trabajo en el centro regional de la Agencia de Seguridad Nacional en Hawái a principios de 2012 reunió información sobre el espionaje ilegal por parte de Estados Unidos.
«Necesitamos un sistema de evaluación continua que, cuando alguien ya haya sido autorizado para ingresar al sistema, permita hacer un control de su conducta, y de sus hábitos electrónicos dentro y fuera del trabajo», según manifestó ante el Congreso el director nacional de Inteligencia de EE.UU., James Clapper.