La revista Forbes ha destacado un artículo sobre la belleza incomparable y natural de Little Corn Island, apreciando todas sus bondades como destino turístico único a nivel mundial y una experiencia de lo más grata para turistas extranjeros, por el bajo costo en comparación a otros destinos similares, y la atención de calidad que se destacan en sus hoteles.
El artículo se centra en el Eco-chic Yemaya Island Hideaway, que lo describe como un lugar para relajarse, con un ambiente cómodo y sin demasiados lujos, haciendo de este lugar un espacio íntimo y totalmente acogedor.
También se describe la variedad de batidos naturales que se puede gozar en Little Corn Island debido a la gran cantidad de frutas frescas que encontramos en nuestro hermoso país, produciendo todo tipo de frutas a gran escala.
«Hay algo irresistible en un hotel en el que nadie se viste de gala para la cena pero todo el mundo pone sus zapatos en el pabellón del comedor . El nuevo eco-chic Yemaya Island Hideaway es ese tipo de lugar » indica una parte del artículo.
En otro pasaje de la revista se puede leer: «La isla en sí es maravillosamente intacta , hogar de cerca de 1.200 personas, un equipo de turno de los mochileros y los buceadores, y no hay coches ni carreteras pavimentadas. Ninguna de las playas tiene muebles, solo hamacas. Los trajes de baño son vestimenta aceptable. Para llegar desde Yemaya a » ciudad » implica una caminata de 30 minutos por la selva. ( El camino está muy bien cuidado , pero si usted va para un cóctel al atardecer , un faro para el paseo a casa es una buena idea. )» De ahí se puede desprender como este paraíso playero, es un lugar para separarse del mundo, y tener un mayor contacto con las majestuosas vistas que se postran en sus costas.
En una parte también hacen comparaciones con Costa Rica, pero, la Costa Rica de hace 20 años, y ni aún así, logra llegar al mismo nivel de satisfacción en cuanto a la cercanía que existe con la capital, los precios de los insumos, que son claramente menores de los que se encuentran en nuestro país vecino y sobre todo, el trato cálido y humano que ofrecen los nicaragüenses no tiene comparación.
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