Rusia se mantendrá fiel a sus obligaciones internacionales en el ámbito de control de armamento pese al deterioro de las relaciones con la OTAN, declaró este miércoles el viceministro de Defensa ruso Anatoli Antónov.
Su declaración sale al paso de los rumores mediáticos sobre la posibilidad de que Rusia deje de recibir inspecciones estipuladas en el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START) y el Documento de Viena de 2011 como respuesta a la suspensión de cooperación militar por parte de Estados Unidos y la OTAN.
«Intentamos seguir cumpliendo con nuestras obligaciones internacionales y mantener voluntariamente la transparencia mientras la situación se corresponda con nuestros intereses. Por supuesto, esto se refiere al tratado START y al Documento de Viena de 2011», dijo Antónov, citado por la agencia RIA Novosti.
Antónov subraya que, pese a la difícil situación político-militar generada por los sucesos en Ucrania y a la actividad creciente de la OTAN cerca de las fronteras de Rusia, no existen problemas vinculados a la organización del trabajo de grupos de inspección en el territorio ruso.
«Es incorrecto pensar que el cumplimiento de uno u otro acuerdo internacional es beneficioso solo para una de las partes. Generalmente se trata de un balance de intereses bien ajustado de todos los firmantes. Si este principio no funciona en la práctica, dicho acuerdo pierde su viabilidad», explicó el viceministro, que mencionó como ejemplo el Tratado de las Fuerzas Armadas Convencionales en Europa en el que Rusia dejó de participar en 2007.