Las potencias occidentales están siguiendo una agenda dirigida a dividir el mapa europeo de tal modo que parte del mar Negro esté controlada por EE.UU., señaló a RT el exvicepresidente de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE Willy Wimmer.
Wimmer, veterano de la política alemana, recordó que durante una conferencia de alto nivel celebrada en Bratislava en mayo de 2000 y organizada por el Departamento de Estado norteamericano se hizo una propuesta que suponía trazar una línea entre Riga en el mar Báltico, Odesa en el mar Negro y Diyarbakir en Turquía. Todos los territorios que quedaban al oeste de esta línea tenían que estar bajo el domino de EE.UU.. «Esta fue la propuesta y cuando vemos el desarrollo de la situación desde aquel entonces, creo que era una especie de hoja de ruta presentada a los participantes de la conferencia. Todo está pasando exactamente como fue presentado en Bratislava», resaltó el político.
Según Wimmer, antes de los mediados de los años 90 todas las grandes potencias coincidían en su visión de la ley internacional, pero a partir de esta época EE.UU. cambió de actitud. Washington «propuso la ley de la jungla. Al principio fue la guerra contra Yugoslavia y luego contra Afganistán, Irak, Siria, Libia». EE.UU. ya no se acoge a la ley internacional y a la cooperación, señaló Wimmer.
Los ‘buenos nazis’ de Ucrania, una amenaza para Europa
Respecto a la situación en Ucrania, el político alemán resaltó que, según su punto de vista, lo que pasó en Kiev fue un golpe de Estado. Añadió que la OSCE y otras instituciones internacionales están tratando de hacer lo que pueden «para crear un marco legal para un Gobierno que no es legal para nada».
Según Wimmer, el problema del Gobierno actual de Ucrania es que está colaborando con gente que tarde o temprano la Corte Suprema de Alemania dejará fuera de la ley, «gente de la derecha, nazis, fascistas». Es sorprendente que ningún Gobierno occidental hable sobre esta gente que una vez ya provocó desastres, terror y guerras en Europa y ahora está de vuelta, apuntó el experto.
Respondiendo a la pregunta de RT de por qué entonces no se cuestiona la legitimidad de los elementos nacionalistas y extremistas dentro del Gobierno actual de Kiev, Wimmer señaló que es porque «estos nuevos nazis son nuestros ‘buenos nazis’ ahora y esto es desastroso para Europa».