Pesadillas
Una pesadilla se diferencia de un sueño normal por su contenido atemorizante y/o emocional. Tendemos a despertarnos llenos de miedo en medio de una pesadilla, y esta sensación puede tener un impacto muy grande sobre nuestro ánimo durante el resto del día. Las pesadillas pueden originarse en traumas o abandono durante la niñez. En general, las razones por las cuales tenemos malos sueños pueden ser: estrés, traumas, miedos, inseguridades, insatisfacciones, y problemas de salud o de relación.
Sueños curativos
La terapia de los sueños es cada vez más popular, especialmente entre las víctimas de estrés pos-traumático que sufren de recurrentes pesadillas. Estas pueden usar los sueños lúcidos sueños en los que somos conscientes del hecho de que estamos soñando para «controlar» sus sueños y cambiar su naturaleza negativa. Esta terapia ha sido usada con víctimas de violación o asalto sexual, quienes pudieron mejorar sus vidas diarias y nocturnas ensayando sus sueños para hacerlos cada vez más agradables.
Sueños que se vuelven realidad
Hay numerosos ejemplos de sueños que parecieron predecir eventos futuros. Algunos lo hicieron por pura coincidencia, memoria defectuosa o una voluntad inconsciente de atar los cabos sueltos de datos conocidos. Se han realizado estudios de laboratorio sobre sueños premonitorios, clarividentes y telepáticos, que no han obtenido resultados sólidos. Un ejemplo notorio ocurrió en 1865, cuando el presidente vio en un sueño su propio cuerpo dentro de un ataúd en la Casa Blanca, y cómo se le informaba que había muerto. Una semana más tarde Lincoln era asesinado.