Autoridades contabilizan al menos tres decenas de fallecidos desde que el pasado 12 de febrero grupos radicales y minoritarios de la derecha comenzaron un conjunto de acciones vandálicas en varios municipios gobernados por la oposición.
El alcalde del municipio Libertador (Caracas), Jorge Rodríguez, informó sobre la muerte de un venezolano producto de la violencia fascista. Se trata de un trabajador social que se encontraba limpiando una barricada opositora en un barrio capitalino cuando fue emboscado por grupos radicales de la derecha y recibió un disparo en la cabeza.
En horas de la madrugada del miércoles, el funcionario informó a través de su cuenta en la red social Twitter que «acaba de ser asesinado por terroristas en Montalbán» Francisco Rosendo Marín, quien laboraba para la corporación de servicios local despejando barricadas y contribuyendo al ornato público.
Por la misma vía, Rodríguez explicó que «Francisco cumplía con su trabajo de mantener la paz cuando fue emboscado por las bestias». Asimismo, advirtió a los responsables del asesinato que «los encontraremos aunque se escondan bajo las piedras».
La información fue confirmada minutos después por la ministra de Comunicación e Información, Delcy Rodríguez, al lamentar el «terrible asesinato de un trabajador de la Corporación de Servicios Municipales (de Caracas) al intentar limpiar una guarimba en Montalbán», localidad ubicada al oeste de la capital.
Por su parte, medios locales reseñaron que vecinos del sector donde se produjo el suceso señalaron que la víctima quedó atrapada en un tiroteo entre motorizados que hicieron aparición en las cercanías de un centro comercial, en protesta por el levantamiento de barricadas por parte de los trabajadores de la Alcaldía.
Además de los 30 ciudadanos que han perdido la vida en las llamadas guarimbas (acciones violenta cuyo fin es la desestabilización), también se contabilizan cientos de heridos y detenidos en las últimas semanas y en todo el territorio nacional.