Steve Jobs, acusado de conspirar contra los informáticos

A las empresas tecnológicas les encantan las ideas nuevas, salvo que sean de otros. Entonces, hay que neutralizarlas o comprar todas las innovaciones. Los ejecutivos de Silicon Valley saben muy bien que un proyecto brillante que escape de su control puede hacer caer rápidamente al gigante tecnológico más poderoso.

Un ejemplo de cómo Silicon Valley elimina dichos riesgos ha sido una demanda interpuesta por un grupo de trabajadores que acusan a varios ejecutivos del sector de ponerse de acuerdo entre 2005 y 2009 para no arrebatarse los empleados entre ellos. Este caso, que irá a juicio esta primavera en San José (California), afecta a 64.000 programadores, y en él se reclaman miles de millones de dólares por daños y perjuicios.

La persona que organizó este arreglo, según se extrae de los documentos judiciales, fue el ejecutivo más exitoso del sector y al que más le preocupaba la competencia: Steve Jobs.La demanda refleja como más de dos años después de su fallecimiento, Jobs sigue siendo un personaje mediático. También aporta una imagen de los ingenieros de Silicon Valley que difiere mucho del estereotipo actual de personas malvadas y bien pagadas.

Todo lo contrario, los litigantes los describen como «víctimas de una conspiración» engañadas por sus jefes, según Joseph R. Saveri, un abogado de los demandantes. «Estos son los ingenieros que construyen los equipos y los programas informáticos y que son la base del sector tecnológico», señala Saveri. «Pero se les impidió negociar libremente lo que vale su capacidad».

Estas acciones se descubrieron por primera vez en una investigación del Departamento de Justicia estadounidense, que terminó con una denuncia antimonopolio contra media docena de empresas. En un acuerdo extrajudicial simultáneo, las compañías aceptaron abandonar la práctica de no arrebatarse los empleados.

Pero el acuerdo extrajudicial no impedía que los programadores iniciasen su propio proceso judicial contra las empresas. La demanda colectiva cita correos electrónicos y otras comunicaciones de algunos de los nombres más importantes de Silicon Valley.