El exsupervisor de la residencia oficial del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, presentó una denuncia ante los tribunales israelíes contra la familia Netanyahu por «explotación laboral» y «maltrato» en su puesto de trabajo.
La demanda, desvelada por el Canal 2 de la televisión israelí, describe, entre otras cosas, frecuentes «comentarios racistas» e «incontrolables reprimendas» por parte de la esposa del primer ministro israelí hacia Manny Naftali, mientras que el jefe de Estado le reclamaba «que hiciera cualquier cosa que mandase su mujer».
Naftali, de 35 años de edad, sostiene que el trato de la pareja fue «cruel y desagradable, vergonzoso y despectivo», que sus derechos laborales fueron «pisoteados» y que hasta le deben horas extra por los trabajos que hacía en la residencia.
En la demanda presentada por sus abogados destacan dos anécdotas sobre la primera dama que, a su juicio, son representativas de cómo era su día a día. Uno de los episodios expuestos por Naftali tuvo lugar una mañana en la que la primera dama tiró al suelo un jarrón lleno de flores porque creía que no estaban suficientemente frescas. Empezó a gritarle que era un mal administrador y que estas cosas «no pasan en el palacio del Elíseo», la residencia parisina del presidente francés.
La segunda anécdota se denuncia como una ofensa al origen mizrahi del empleado. El gerente de la casa, cuya familia procede de Marruecos, compró un día una gran cantidad de comida. «La señora Netanyahu reprendió al demandante y le explicó: ‘Nosotros somos europeos, refinados, no comemos tanto como ustedes los marroquíes'», afirmó, según su testimonio.
«La familia Netanyahu me trató de una manera paternalista y condescendiente», insiste Naftali, que exige una indemnización de un millón de shekels (unos 287.000 dólares) por el supuesto daño causado. También se lamenta de que la pareja le prometiera varias veces hacerle fijo como parte del personal de la residencia y nunca cumpliera su palabra.
