El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo este martes durante un conversatorio con medios de comunicación en Guayaquil, que las medidas cautelares a favor de Cléver Jiménez que dictó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), son un paso más para la desacreditación de Sistema, cuyo dictamen es espurio.
«Un grupo de burócratas sin atribución ordenan a la República que revierta una sentencia ejecutoriada. En un país soberano eso es inaudito. El dictamen de la Comisión es totalmente espurio y por eso Colombia tampoco le hizo el más mínimo caso», dijo el mandatario en referencia a las medidas que este organismo regional dictó a favor del legislador opositor Cléver Jiménez.
Jiménez fue denunciado por el presidente Correa luego de que aquél lo acusara de crímenes de lesa humanidad, falseando los hechos ocurridos durante el intento de golpe de Estado del 30 de septiembre de 2010.»Según estos genios, una denuncia penal acusando al presidente de la República de criminal de lesa humanidad, con total mala fe, falseando los hechos, con temerario desprecio a la verdad, firmada por abogados, es libertad de expresión.
Yo como soy presidente, funcionario público debo aguantarme todo esto. ¡A otro con esos cuentos!», dijo el jefe de Estado.Por estos hechos Jiménez fue sentenciado a cumplir 18 meses de prisión después de que, agotadas todas las instancias legales del país suramericano, la jueza Lucy Blazio dictara sentencia definitiva y emitiera la correspondiente boleta de captura, por el delito de calumnia judicial.
El mandatario concluyó diciendo que «esta es parte de una mentalidad de que nosotros podemos ganar las elecciones pero ellos (la CIDH) tiene que gobernar. Es decir, quien tiene que dictar las políticas públicas no es el Gobierno sino la CIDH. El presidente solo puede ser insultado, no puede contestar. Esto no es civilización, es decadencia.Mientras yo sea presidente, no las voy a permitir».
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