En una cancha ubicada cercano a la Universidad Rucfa en el Mercado Oriental, esta mujer, identificada únicamente como Karen, intentó cortarse los pulsos, supuestamente por el amor a un hombre. Como parte del amor eterno que ambos se tienen la mujer herida derramó su sangre en el cuerpo de su amado.
De milagro la herida en el brazo no fue de consideración por lo que la Karen no ameritó ser llevada a un hospital y aunque ella estaba tranquila por estar cerca de su amado este ni cuenta se daba por lo ocurrido pues estaba bajo las influencias del Dios Baco.