Tras la reintegración de Crimea a Rusia, algunos poderes occidentales sospesan su capacidad militar y empiezan a blandir armas pese a que tanto EE.UU. como los otros 27 países miembros de la OTAN siguen recortando los gastos destinados a la defensa.
De acuerdo con el diario ‘The Wall Street Journal’, a pesar de las intervenciones militares de la OTAN en varias partes del mundo, los gastos en defensa de los países de la Alianza en términos generales disminuyeron desde el fin de la Guerra Fría. Así, en 2012 solo cuatro miembros de la OTAN EE.UU., el Reino Unido, Grecia y Estonia cumplieron con el pago obligatorio, que debe alcanzar el 2% del PIB. Y parece que esta tendencia podría continuar.
Así, el año pasado la mayoría de los países miembros de la OTAN aplicaron recortes a los presupuestos militares. Entre los países que el año pasado recortaron más drásticamente en defensa se encuentran Canadá (-7,6%), Eslovenia (-8,7%), Italia (-10,3%), Hungría (-11,9%) y España (-11,9%).
Al mismo tiempo, según un estudio de 2012 elaborado por la Universidad de Defensa Nacional de EE.UU., los recortes provocaron «vacíos en el cumplimiento de las obligaciones centrales de la OTAN» y tuvieron como consecuencia que «las fuerzas no estén preparadas, ni entrenadas ni suficientemente equipadas».
No obstante, parece que Occidente sospesa seriamente sus fuerzas militares debido al desarrollo de los acontecimientos en Ucrania. Así, el exjefe del Estado Mayor británico, Richard Dannatt, dijo este lunes que el Reino Unido debería lanzar un «comunicado militar» a Rusia mediante el mantenimiento de 3.000 soldados en Alemania y revisar los recortes previstos en el sector de defensa como una muestra de que «una mayor capacidad militar debe sustentar nuestra diplomacia».
Del llamamiento del exmilitar británico se hace eco el presidente de EE.UU., Barack Obama, que este miércoles exhortó a sus socios europeos a aumentar los gastos de defensa porque la crisis en Ucrania «demuestra que la libertad no es gratis, que todo el mundo debe contribuir para disponer de una fuerza creíble de disuasión» en la OTAN.