El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha llamado a la Administración del presidente estadounidense, Barack Obama, a castigar a los responsables de torturas, frenar el espionaje gubernamental y revisar su política de uso de drones.
Los ataques con vehículos no tripulados causaron múltiples víctimas mortales entre civiles, y la recolección ilimitada de datos ha violado el derecho a la privacidad, se dice en el informe del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
«Mucho depende de la falta de transparencia y control», dijo Walter Kaelin, el abogado suizo integrante del grupo de 18 expertos independientes del Consejo que evaluaron la situación de los derechos humanos en EE.UU., al presentar el informe.
En cuanto a los drones, el documento dice que Washington debe presentar más datos sobre los criterios que sigue para establecer su concepto de amenaza inminente. EE.UU. necesita «revisar su postura acerca de la justificación legal del uso de la fuerza mortal de los drones», investigar posibles abusos y compensar a las familias de las víctimas, según el texto.
Sobre el espionaje a gran escala de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense, que escandaliza a la comunidad mundial desde el año pasado, el informe dice que cualquier acto de vigilancia debe realizarse dentro de unos límites legales. «Si la vigilancia es necesaria, debe realizarse siguiendo los principios de la legalidad. Es necesaria una ley muy detallada que contenga salvaguardias para las personas sometidas a vigilancia», dijo Kaelin.
Aparte, el Consejo exigió también más investigación de las operaciones de inteligencia autorizadas por la Administración de George Bush después del 11-S.
Además, el órgano instó a que se castiguen todos los que ordenaron o ejercieron asesinatos, torturas y secuestros secretos durante la presidencia de Bush y a que se cumpla la promesa de cerrar el centro de detención de Guantánamo.