Extremistas talibanes atacaron el viernes las oficinas de una fundación caritativa estadounidense y una guardería vecina en Kabul, haciendo que los extranjeros incluidos niños y mujeres huyeran del lugar mientras las fuerzas de seguridad afganas chocaron con hombres armados que se atrincheraron. Una niña afgana y un conductor fallecieron en el fuego cruzado, dijeron las autoridades.
Un reciente incremento en los ataques contra extranjeros en la capital indica que el Talibán está cambiando la táctica de enfocarse en objetivos civiles que no están tan fuertemente resguardados, como las instalaciones militares o del gobierno, como parte de aumento generalizado en la violencia previo a las elecciones del 5 de abril.
También parece que la violencia busca enviar un mensaje de que Estados Unidos y sus aliados no son bienvenidos al mismo tiempo que Washington presiona a Kabul para firmar un acuerdo en seguridad que permitiría que miles de soldados internacionales permanezcan una vez que la misión de combate de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) termine en diciembre.
El ataque del viernes comenzó como casi todos los del Talibán, que se responsabilizó del mismo en un comunicado. Un atacante suicida detonó su vehículo cargado de explosivos frente al edificio de cuatro pisos que albergaba a la organización Roots of Peace, con sede en California y luego los agresores entraron al complejo.
El vocero talibán Zabiulá Mujahid dijo que los insurgentes atacaron «una casa de huéspedes extranjeros y una iglesia de extranjeros».
«Los ataques continuarán y seguiremos matando a extranjeros», dijo en una declaración a los medios de comunicación.
KABUL, Afganistán (AP)