El amor puede llegar a destrozar corazones, pero el matrimonio parece ejercer una influencia positiva para protegerlos.
Un estudio hecho con más de 3,5 millones de personas en Estados Unidos concluyó que la gente casada tiene menos probabilidad que los solteros, divorciados o viudos de padecer cualquier tipo de problemas cardíacos o vasculares.Esto se comprobó a toda edad, tanto para mujeres como para varones, independientemente de otros factores de riesgo de enfermedad cardíaca como colesterol elevado o diabetes, concluyeron los investigadores.
«Podría ser que si alguien está casado, tiene un cónyuge que le estimula a cuidarse mejor», opinó el doctor Jeffrey Berger, especialista en cardiología preventiva en el Centro Médico Langone en la Universidad de Nueva York.Es el mayor estudio sobre el matrimonio y la salud cardíaca, dijo el doctor Carlos Alviar, cardiólogo que condujo el estudio junto con Berger. Estudios previos comparaban principalmente casados contra solteros y carecían de información sobre divorciados y viudos.
O solo se fijaban en los ataques cardíacos, mientras que el actual incluyó una gama completa desde arterias bloqueadas y aneurismas abdominales hasta riesgos de apoplejía y problemas de circulación en las piernas.El estudio halló que las personas casadas tenían 5% menos riesgo de padecer cualquier enfermedad cardiovascular en comparación con los solteros. Los viudos tenían 3% más riesgo y los divorciados 5% en comparación con los casados.
Además, el matrimonio parecía ser más beneficioso para los menores de 50 años, que tenían 12% menos posibilidad de enfermedades cardíacas que los solteros de la misma edad.El tabaquismo, un riesgo elevado para el corazón, era más frecuente entre los divorciados y menos frecuente en los viudos. La obesidad era más común en los solteros y divorciados. Los viudos tenían las mayores tasas de presión alta, diabetes y ejercicio insuficiente.
Los investigadores no saben cuánto tiempo llevaban casadas, divorciadas o viudas las personas que participaron en el estudio. Pero los resultados muestran que los riesgos cardiacos de una persona no pueden juzgarse sólo por el aspecto físico, los factores sociales y de estrés también importan, dijo la doctora Vera Bittner, cardióloga de la Universidad de Alabama en Birmingham.
AP