Síntomas de ataque de pánico en adolescentes

Hay varias señales que pueden advertir de éste padecimiento en los jóvenes, te contamos los síntomas de ataque de pánico en adolescentes; conocerlos puede ayudarte a saber cómo reaccionar en el transcurso de un episodio.

Si tu hijo ha tenido o tiene con frecuencia ataques de pánico, notarás que de un momento a otro deja de asistir a ciertos lugares y a formar parte de las actividades que antes realizaba por gusto; esto está relacionado con un pensamiento que le provoca un fuerte miedo a que algo ocurra.

Para ayudar a tu hijo en caso de que sufra un ataque de pánico, tienes que conocer los síntomas de este trastorno.

Síntomas físicos de ataque de pánico en adolescentes

Aumento del ritmo cardíaco
Dolor en el pecho
Sensación de ahogo
Dificultad para respirar
Sudoración
Temblor
Trastornos gastrointestinales
Cambios en la temperatura del cuerpo
Sofocos de calor o frío
Mareos
Entumecimiento u hormigueo en extremidades

Síntomas cognitivos de un ataque de pánico

Miedo de morir
Temor a perder el control de la mente
Sensación de estar en un sueño
Sentir que se vive una situación irreal
Los ataques de pánico en los adolescentes pueden sobrevenir de un momento para otro sin que nada en particular ocurra. Estos llegan y suceden a toda velocidad, por lo general duran unos 10 minutos y luego son intermitentes hasta que por fin terminan.

Cuando se tiene un ataque de pánico en un lugar o en una situación determinada, el joven tiende a evitar pasar otra vez por lo mismo por temor a sufrir otro ataque de pánico. Muchas veces esto hace que se aíslen y pasen largo tiempo sin salir de casa; de ser así es necesario recurrir a un profesional.

Cómo se trata el ataque de pánico en adolescentes

Es necesario acudir a un terapeuta o psicólogo, quien le dará pautas y trabajará sobre los miedos que desencadenan el ataque de ansiedad. Por lo general se trata de identificar pensamientos y patrones de conducta que provocan miedo para reemplazarlos por otros más positivos.

Todo pasa por la mente, el pensamiento de miedo se instala allí y luego los síntomas físicos aparecen haciendo que el adolescente sufra un ataque de pánico derivado de sus temores. Lo mejor es buscar ayuda, si la situación se prolonga en el tiempo podría volverse crónica y más difícil de revertir.