La única heredera del «Rey del Rock And Roll», de 46 años, está preocupada por que un grupo de médicos señalaron la probabilidad de que pueda tener la misma enfermedad muscular cardíaca que tuvo su padre.
El trágico final que tuvo Elvis Presley hace 36 años (a raíz de un problema cardíaco genético y por exceso de drogas) podría repetirse en su hija, Lisa Marie.»Se trata de un serio desorden genético que puede causar la muerte cardíaca repentina, incluso en individuos jóvenes», señaló el doctor Richard Becker, de la American Heart Association, quien confirmó que Elvis sufría de una rara enfermedad muscular del corazón: la cardiopatía hipertrófica.
Señaló que existe un 50 por ciento de probabilidades de que los hijos de padres con cardiopatía sufran esta enfermedad.»Puede ser que no presente síntomas como latidos cardíacos irregulares, fatiga y presión alta hasta que sea demasiado tarde», explicó el médico, que además es director del Instituto Vascular de la Universidad de Cincinnati. Y agregó:
«Por eso siempre les preguntamos a nuestros pacientes si tienen algún familiar que haya fallecido repentinamente a temprana edad».El Rey murió repentinamente a los 42 años, el 16 de agosto de 1977, en el baño de su mansión en Graceland, Memphis.
La investigación concluyó que, más allá de la mala alimentación del cantante y del abuso de las píldoras, Elvis estaba destinado a morir joven.Las pruebas de ADN demostraron que tenía problemas en el cromosoma 11, una variante que produce la hipertrofia cardiopática.
También su madre Gladys, a quien Elvis adoraba, falleció repentinamente cuando tenía apenas 46 años, la misma edad que ahora tiene su nieta.Fuentes cercanas a la familia Presley dijeron que «Lisa Marie está preocupada por el descubrimiento y por la posibilidad de que la enfermedad pueda haber sido transmitida genéticamente a ella y a sus hijos».
La fuente cercana a la única hija de Elvis afirmó: «Esperemos que haya heredado la genética de su madre, Priscilla, y no la de su padre».
Rudy A. Mora