«El uso de la fuerza para solucionar la situación que se registra en el sureste de Ucrania es inaceptable», recalcó el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
El diplomático condenó asimismo «la idea que contempla Kiev de atraer a la ONU a sus acciones ilegítimas en el sureste de Ucrania».
Al mismo tiempo Lavrov celebró la misión de la OSCE en la región. Cuando comenzaron las tensiones en Slaviansk y Kiev ordenó mandar allí unos destacamentos militares, Rusia insistió que un grupo de observadores de aquella misión se desplazara a la zona, admitió Lavrov. Así fue hecho y ahora Moscú espera que presenten hechos objetivos.
El ministro considera que elaborar una auténtica reforma constitucional, que tomaría en consideración los intereses de todas las regiones, es la clave para revertir y solucionar la crisis actual. Así lo dijo durante una rueda de prensa posterior a las conversaciones con su par chino, Wang Yi, en Pekín.
La parte rusa expresó su agradecimiento al Gobierno chino por la actitud objetiva, equilibrada y responsable que adoptó la República Popular de China con motivo de los acontecimientos en Ucrania.