El gobierno de México estableció como plazo el 10 de mayo para que los grupos de autodefensa en el estado occidental de Michoacán registren sus armas y decidan unirse a un cuerpo de guardias rurales al mando del ejército.
Desde que en enero se redobló la presencia federal en Michoacán, que por años había sido afectado por la presencia del narcotráfico, las autoridades federales han avanzado poco hasta ahora en su plan de incorporar a los cerca de 20.000 miembros de las autodefensas a los llamados «cuerpos de defensa rurales» que dependen de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Sin embargo, la comisión federal para Michoacán señaló que acordó extender el plazo para que las autodefensas se unan a esos cuerpos, unas unidades poco usadas desde que fueron creadas hace cerca de un siglo y que son integradas por campesinos armados cuya tarea principal es perseguir a ladrones y luchar contra eventuales alzamientos armados en las zonas rurales.
Algunas docenas de autodefensas permanecen detenidos bajo cargos de uso ilegal de armas como fusiles de asalto que los civiles tienen prohibido usar.
Estanislao Beltrán, uno de los voceros de las autodefensas, dijo el martes a The Associated Press que no entregarán sus armas, pero que están abiertos a unirse a algunas de las fuerzas gubernamentales.
El gobierno recibió inicialmente poca respuesta cuando anunció en enero que se abrirían los cuerpos rurales a las autodefensas, pero ahora ha comenzado a presionarlos para que no pase de la nueva fecha en mayo.
El gobierno intenta que se pueda diferenciar a los autodefensas «legítimos», es decir a rancheros y agricultores que se levantaron contra el narcotráfico, de criminales que sostiene han comenzado a infiltrar a algunos de esos grupos.
MEXICO (AP)