Grupos musulmanes y activistas de los derechos civiles aplaudieron la decisión de la policía neoyorquina de desmantelar una polémica unidad que siguió la vida diaria de los musulmanes para descubrir amenazas terroristas, aunque siguen preocupados ante la posibilidad de que esas tácticas sigan vigentes.
La Unidad Demográfica, ideada con la ayuda de un agente de la CIA que trabajaba con el Departamento de Policía de Nueva York, elaboró un banco de datos sobre dónde compraban, vivían, trabajaban y se divertían los musulmanes. Agentes de civil se infiltraron en grupos estudiantiles musulmanes, colocaron informantes en las mezquitas, vigilaron los sermones y catalogaron a los musulmanes de Nueva York que adoptaron apellidos nuevos estadounidenses. El vocero policial Stephen Davis confirmó el martes que los detectives asignados a la unidad fueron transferidos a otras secciones de la División de Inteligencia del departamento.
Linda Sarsour, directora ejecutiva de la Asociación Árabe Estadounidense de Nueva York, y que formó parte de un grupo de activistas que la semana pasada se reunió con el nuevo director de inteligencia de la policía neoyorquina, John Miller, indicó que la unidad rebautizada como Unidad de Zona de Evaluación no era viable. La activista aplaudió la decisión pero sigue preocupada por los informantes que infiltra la policía en las mezquitas sin pruebas específicas de un delito.
La decisión de la policía neoyorquina de desmantelar la unidad fue difundida primero por el diario The New York Times.
Una revisión en curso de la división por parte del nuevo comisionado de Policía William Bratton descubrió que la misma información recopilada por la unidad podría haber sido recopilada mejor mediante contactos directos con los grupos comunitarios, según las autoridades.
NUEVA YORK (AP)