La búsqueda del avión de Malasia saca a relucir la vulnerabilidad militar de China

La operación internacional de búsqueda del avión de Malaysia Airlines desaparecido en el Océano Índico ha puesto al descubierto algunos puntos débiles en la logística militar de Pekín, como la falta de bases marítimas y puertos amigos, según Reuters.

La decisión del Gobierno chino de involucrar en la búsqueda de Boeing 777 a 18 buques de guerra, guardacostas de menor tamaño, un buque civil de carga y un rompehielos puso al descubierto de forma inesperada los límites de la logística y de suministro de sus fuerzas navales en caso de despliegue rápido.

Según los analistas y agregados militares citados por la agencia Reuters, Pekín debe llenar este vacío estratégico si es que aspira a desafiar en 2050 el tradicional dominio naval de EE.UU., que cuenta con una amplia red de bases marítimas en la región de Asia-Pacífico, tanto en Japón, la isla de Guam y el atolón de Diego García, como con acceso a los puertos estratégicos en Singapur y Malasia.

Para proteger sus intereses estratégicos en el Océano Índico y en Oriente Medio, China debería construir más fortificaciones, ya que su base marítima más importante en dirección sur se encuentra en la isla de Hainan, es decir, a unos 3.000 millas náuticas de distancia del área de búsqueda del vuelo MH370.

Según los especialistas, si en los tiempos de paz es relativamente fácil conseguir la entrada a puertos extranjeros, en caso de tensión militar entre Pekín y un aliado de EE.UU. «cuesta imaginar que a los buques de guerra chinos los autorizasen entrar en los puertos australianos para su reabastecimiento».

Pese al rápido desarrollo de las fuerzas marítimas chinas, los analistas se muestran escépticos sobre el próximo despliegue de las bases y el logro de acuerdos que permitan el acceso de buques chinos a largo plazo, dadas las incertidumbres políticas y ciertos riesgos estratégicos que suponen estos tipos de convenios.

«La Marina de EE.UU. lleva dedicándose a esto durante 100 años más o menos y constantemente trabaja para el mantenimiento y el desarrollo de su red estratégica», constata el analista Richard Bitzinger, agregando que a China, que apenas lleva 15 años centrándose en este problema, le resultará difícil ponerse al día en tan poco tiempo.