El cantante canadiense Justin Bieber se disculpó el miércoles tras provocar una nueva polémica por visitar el santuario japonés de Yasakuni, donde se encuentran criminales de guerra entre los soldados a los que honra.
La estrella canadiense publicó una imagen del santuario en su cuenta Instagram enlazada a su cuenta Twitter, donde la pudieron ver sus 51 millones de seguidores.
«Gracias por sus bendiciones», tuiteó la estrella de 20 años al colgar la fotografía en la que se ve de espaldas a dos personas frente al pabellón del santuario.
Un museo anexo al monumento retrata una versión de la Segunda Guerra Mundial en la que Japón aparece como víctima y liberador frustrado de Asia.
Ante la avalancha de reacciones provocadas, incluso en Corea del Sur y en China, donde el santuario es percibido como un símbolo del imperialismo japonés, la imagen fue retirada. Y casi trece horas después de su publicación, Bieber se disculpó en su cuenta Instagram.
«Cuando estaba en Japón le pedí a mi chófer que se detuviera ante un precioso santuario. Me equivoqué al pensar que los santuarios son lugares solo de oración. A quien pudiera haber ofendido, lo siento mucho. Quiero a China y quiero a Japón», escribió.·
La disculpa respondía a las numerosos comentarios negativos provocados por la fotografía.
«Justin ¿sabes al menos dónde está?», escribió el usuario de Instagram viven_kong.
«El santuario de Yasukuni es el lugar en el que se honra la memoria de los soldados japoneses de la Segunda Guerra Mundial. ¿Tienes la mínima idea de cómo los nazis japoneses mataron a estadounidenses y a otros asiáticos inocentes?».
Qing Gang, portavoz del ministerio chino de Exteriores, dijo no estar al tanto de la visita de Bieber al polémico lugar.
«Espero que este cantante canadiense, después de visitar el santuario de Yasukuni, tenga una visión clara de la historia de invasión y de militarismo de Japón», añadió el portavoz en la conferencia de prensa habitual de los miércoles.
Bieber ya hbía provocado una ola de indignación por el mensaje que dejó hace un año en el libro de visitas del museo de Anna Frank en Amsterdam, donde vivió la adolescente judía hasta su deportación y muerte en un campo de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
«Ha sido muy estimulante visitar el lugar. Anna era una gran chica. Con suerte, hubiera sido una ‘belieber'», escribió.
El museo de Anna Frank defendió al ídolo adolescente durante la polémica y le agradeció la visita, pero los comentarios en los medios sociales no cesaron.
TOKIO, 23 abril 2014 (AFP)