El partido entre Osasuna y Betis por la última fecha de la liga española fue momentáneamente detenido el domingo después de que una valla cedió y varios aficionados cayeron estrepitosamente sobre la cancha.
Con Osasuna jugándose el descenso a la segunda división y su estadio de El Sadar lleno a rebosar, Oriol Riera marcó por los locales a los 12 minutos y el movimiento de la masa en la celebración del gol provocó que cediera una de las vallas detrás del arco.
Decenas de aficionados cayeron sobre la cancha, y hasta tres personas fueron retiradas en camilla, mientras el árbitro valoraba la suspensión del encuentro. Jugadores del Betis acudieron en auxilio de los afectados.
Algunos heridos fueron posteriormente traslados a un centro hospitalario por traumatismos leves.
Finalmente el cotejo se reanudó tras 35 minutos de espera y un parcial desalojo de la zona, donde operarios del club rojillo realizaron trabajos de emergencia.
Al poco de reiniciare el partido, el paraguayo Javier Acuña consiguió a los 14 minutos el segundo gol para Osasuna.
Para mantener la simultaneidad de horarios, la liga profesional acordó que los restantes tres cotejos con equipos implicados en la lucha por no descender, retrasaran el inicio de sus respectivos segundos periodos, para reiniciar así al mismo tiempo que Osasuna y Betis.
Esos partidos fueron el Almería-Athletic de Bilbao, Rayo Vallecano-Getafe y Valladolid-Granada.
El estadio de El Sadar, con capacidad para 19.800 espectadores, fue inaugurado en 1967.
MADRID (AP)