Pocas personas saben cómo quitar los callos de los pies de forma segura y eficaz. Sin duda alguna, los callos en los pies son molestos y dolorosos, pero no es tan difícil combatirlos por nuestra cuenta. Los callos son nada más ni nada menos que piel muerta que se ha concentrado en una zona para protegerla, debido a que se producen en zonas con gran presión o fricción, por lo cual son muy comunes en los pies.
Cómo quitar los callos
Para quitar un callo, antes debemos remojar los pies en agua caliente durante al menos veinte minutos. Si es posible, podemos cortarlo.
Otra solución para ablandar la piel muerta es aplicar ácido acetilsalicílico sobre el callo -debe hacerse varias veces-, para que así sea más fácil retirar esa piel con un alicate o tijera. Debemos tener mucho cuidado a la hora de cortar los callos, ya que se pueden producir grandes infecciones en la piel, reconocidas por un aumento del dolor, la presencia de secreciones, la hinchazón y el enrojecimiento. El riesgo de infección es mayor si tenemos diabetes, por lo cual en esta ocasión te recomendamos que sí o sí acudas con un profesional.
A veces el recorte de los callos se debe hacer en varias tandas, y se debe cortar hacia abajo si queremos reducir el dolor en esa zona. Una vez recortado el callo y con un calzado adecuado, no debería volver a salir. Sin embargo, si notamos un engrosamiento, podemos utilizar una piedra pómez una vez a la semana.
Otras ayudas para los callos
En general, los callos están producidos por el tipo de calzado que utilizamos: mucho taco, abierto detrás, demasiado flojo o demasiado puntiagudo. Por esta razón, podemos utilizar almohadillas para callos, colocándose en el sitio necesario dentro del zapato.
También podemos optar por plantillas ortopédicas, que alivian la presión sobre el callo doloroso y redistribuyen las fuerzas anormales que causan los callos.
Cómo prevenir los callos
Para prevenir los callos debemos reducir o eliminar las circunstancias en las que los pies tienen un aumento de presión específico. Tenemos que centrarnos más en la elección del calzado, que debe ser cómodo, ni demasiado justo ni demasiado suelto, y utilizar almohadillas en lugares donde el pie tiene mayor presión.
No es difícil quitar los callos de los pies, pero lo cierto es que debemos hacerlo con cuidado. A mí suelen salirme callos en invierno o cuando uso muchos zapatos altos, y estos consejos me sirven de maravilla. Tú, ¿tienes problemas de callos?