Rusia y China firman histórico contrato multimillonario de suministro de gas

Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de China, Xi Jinping, suscribieron este miércoles el histórico convenio multimillonario de suministro de gas, una vez que ambos Gobiernos acordaron el precio, la ruta del gasoducto y las posibles participaciones chinas en proyectos rusos, tras una década de conversaciones.

El contrato fue suscrito entre los dos gigantes estatales energéticos, la Gazprom de Rusia y la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC), durante una visita de Putin a su vecino asiático y entrará en vigor, previsiblemente, en el año 2018.

De acuerdo con la agencia Russia Today (RT), el monto total del contrato es de 400 mil millones de dólares y establece los parámetros para el suministro de hasta 38 mil millones de metros cúbicos anuales de combustible a China, por un período de 30 años.

El Kremlin suministrará gas siberiano a Beijing a través del gasoducto oriental «La Fuerza de Siberia», la misma ruta geográfica por donde ya exporta petróleo al cinturón industrial del noreste de China.

El titular de la junta administrativa de Gazprom, Alexéi Miller, calificó el acuerdo como «el más significativo de la estatal rusa a lo largo de su existencia», detallando que el convenio establece descuentos en los impuestos a la extracción de recursos naturales en los yacimientos de gas que se destinarán a China.

La agencia RT precisó que Beijing necesita volúmenes adicionales de gas debido al aumento de la demanda interna, al punto que durante el primer trimestre de 2014 las importaciones chinas de gas crecieron un 20 por ciento, respecto al mismo periodo del año 2013.

En tanto, expertos chinos calculan que para el año 2020 el consumo de gas en su país girará alrededor de los 300 mil millones de metros cúbicos anuales, mientras que en el 2030 esta cifra podría subir a los 600 mil millones.

Por su parte, la agencia EFE reseña que este contrato fortalece a Rusia al diversificar sus exportaciones hacia el «mayor consumidor energético mundial», justo cuando es víctima de sanciones económicas por parte de Estados Unidos y la Unión Europea por su posición ante la crisis política y social que actualmente vive Ucrania.