Midieron los nuevos trenes, los volvieron a cotejar con las especificaciones más recientes en los libros. Pero los ingenieros de los ferrocarriles franceses se olvidaron de medir la distancia entre los rieles y las plataformas, un error que costará 50 millones de euros (68 millones de dólares) arreglar.
Los 341 trenes que comenzaran a operar entre este momento y 2016 son demasiado anchos para caber en 1.300 estaciones. El problema con las estaciones más viejas fue reportado inicialmente por el semanario francés Le Canard Enchaine y confirmado el miércoles por la empresa ferrocarrilera y funcionarios de gobierno.
Jacques Rapoport, presidente de la organización de infraestructura ferrocarrilera RFF, reconoció que el problema se «descubrió un poco tarde».
PARIS (AP)