A estas alturas, es muy conocida la lista de actos notorios de Lance Stephenson durante el quinto partido de la serie final de la Conferencia del Este: sopló en el oído de LeBron James, se metió en una charla del entrenador del Heat con sus jugadores y fue captado cuando fingía una falta por segunda ocasión en la postemporada.
Tras el espectáculo distractor que montó el armador de Indiana, los jugadores de Miami trataron de concentrarse de nuevo en ellos mismos.
Erik Spoelstra, entrenador del Heat, rara vez sostiene una práctica un día después de un partido fuera de casa, especialmente cuando el avión del equipo aterriza cerca de las 3:30 de la mañana como fue el caso el jueves. Pero rompió la regla un día antes del sexto partido de esta serie por el título del Este, no por algún asunto dentro de la cancha sino para que los bicampeones defensores de la NBA pudieran desahogar sus frustraciones.
«Fue para despejar las mentes… y conectarse», dijo Spoelstra. «No queríamos dejarlo todo para mañana. Hubo algunas cosas que queríamos analizar, y en aras del tiempo, el dejar esto a un lado resultaba un poco más eficiente».
El Heat aún lidera la serie 3-2, y el viernes tendrá la oportunidad de dejar fuera a los Pacers por tercer año consecutivo. El partido es en Miami, donde el Heat ha ganado sus últimos 10 duelos de playoffs.
Predeciblemente, en la charla durante el día libre no se habló mucho sobre los 39 puntos que Paul George encestó para guiar a su equipo a un triunfo que lo mantiene con vida. Ni siquiera se abordó la manera en que James fue limitado a siete puntos en una noche en que desapareció durante periodos largos debido a que acumuló faltas muy pronto.
En vez de eso, la charla fue casi en su totalidad sobre Stephenson, que se ha convertido al mismo tiempo un elemento de frustración para el Heat y una sensación en internet. Las imágenes de su casi infame escena del soplido en la oreja de James fueron compartidas ampliamente en las redes sociales, instantes después de que sucedió en el quinto partido de la serie.
El jueves, Stephenson no se mostró precisamente arrepentido cuando se le preguntó sobre sus intenciones por fastidiar al Heat.
«Yo sólo juego, me divierto y disfruto el momento», sostuvo Stephenson.
Spoelstra no reaccionó cuando Stephenson quien antes en la serie dijo que James estaba mostrando señales de «debilidad» se paró a su lado mientras él daba instrucciones a sus jugadores. Al igual que muchos de sus jugadores, Spoelstra no mordió el anzuelo cuando se le preguntó sobre los intentos de Stephenson por sacar a Miami de su juego.
«Un partido muy bizarro», dijo Dwyane Wade, del Heat. «Un partido extraño. Pero ya terminó».
MIAMI (AP)