Una encuesta publicada el martes mostró un panorama sombrío en Brasil a pocos días de acoger el Mundial de fútbol, en una señal de la frustración generalizada que existe por el estado de la economía y el desempeño de la presidenta Dilma Rousseff.
El nivel general de insatisfacción en Brasil es del 72 por ciento de acuerdo con la encuesta realizada por el Pew Research Center, con sede en Washington.
La cifra representa un alza desde el 55 por ciento registrado en la encuesta que Pew realizó en el 2013, justo antes de que estallaran las mayores protestas callejeras en dos décadas en el gigante sudamericano.
Seis de cada 10 encuestados dijeron que ser sede del Mundial, que comienza la próxima semana, es malo para Brasil, ya que los miles de millones de dólares gastados en el torneo serían mejor invertidos en servicios como la salud, escuelas y transporte público.
El torneo de un mes de duración se inicia el 12 de junio en el nuevo estadio de Sao Paulo.
El Pew Center encontró que los brasileños estaban particularmente preocupados por la economía de su país, que se ha desacelerado hasta casi detenerse en los últimos tres años después de un auge de una década.
La delincuencia, la salud y la corrupción política encabezan la lista de preocupaciones no económicas de la encuesta.
La encuesta de Pew, que tiene un margen de error del 3,8 puntos porcentuales, se basó en 1.003 entrevistas realizadas a nivel nacional a mayores de 18 años entre el 10 y el 30 de abril.
SAO PAULO (Reuters)