Keniai incauta 300 colmillos de elefante listos para su exportación

Las autoridades kenianas incautaron 228 colmillos de elefante completos y otros 74 en piezas cuando iban a ser exportados en la ciudad portuaria de Mombasa, dijeron la policía y responsables de medio ambiente.

La caza furtiva ha aumentado en los últimos años en el África subsahariana, donde bandas organizadas matan elefantes y rinocerontes para alimentar la demanda asiática de marfil y cuernos que se emplean en la medicina tradicional.

Agentes de la autoridad medioambiental KWS y policías confiscaron el marfil en un registro de un almacén en la ciudad portuaria de Mombasa, dijo KWS en un comunicado. «El marfil… se estaba preparando para cargar y exportar a un destino que todavía tenemos que determinar», dijo Nelson Marwa, comisario de la región de Mombasa, a periodistas de Mombasa.

«Nuestros agentes tuvieron que irrumpir en el almacén», agregó. Un periodista de Reuters en el lugar dijo que los colmillos estaban envueltos en bolsas de nylon y sisal. La policía detuvo a un sospechoso y buscaba a otro que se dio a la fuga, contó Marwa, apuntando que la persona arrestada trató de sobornar a los oficiales ofreciéndoles cinco millones de chelines (unos 42.000 euros).

Arthur Tuda, agente del KWS a cargo de la región costera, dijo que parte del marfil podría proceder de República Democrática del Congo.»Por el color de los colmillos, podemos estimar que el marfil es de fuentes diferentes», dijo, añadiendo que algunos colmillos parecían ser de elefantes de la sabana de Kenia y otros de los bosques del Congo.

KWS dijo en marzo que los cazadores furtivos en Kenia han matado a 18 rinocerontes y 51 elefantes este año.En 2013 murieron 59 rinocerontes y 302 elefantes, frente a los 30 rinocerontes y 384 elefantes de 2012.Las autoridades kenianas incautaron de 13.500 kilos de marfil el año pasado en Mombasa, gran parte del mismo originario de otros países.

En enero, un tribunal keniano condenó a un ciudadano chino por contrabando de marfil y le ordenó pagar una multa de 20 millones de chelines o siete años de prisión, la primera sentencia desde que Kenia introdujo una nueva ley contra los cazadores furtivos.

MOMBASA, Kenia (Reuters)