El presidente paraguayo Horacio Cartes promulgó el miércoles una ley aprobada por el Congreso en mayo que devuelve 14.000 hectáreas de tierras ancestrales a una comunidad de la etnia enxet, cumpliendo una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 2006.
Unos 600 enxet, de la familia lingüística matakos, fueron desalojados de sus tierras en 1995 por personal del hacendado alemán Heribert Roedel quien las utilizó para la cría de ganado vacuno y el cultivo de gramíneas. Los enxet, con la ayuda de la organización civil Tierra Viva, iniciaron los trámites judiciales para recuperarlas y luego recurrieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que envió el reclamo a la Corte Interamericana, la que falló a favor de los indígenas.
Aunque los aborígenes pueden ingresar al terreno ubicado a 370 kilómetros al noroeste de Asunción, en el Chaco Boreal, todavía falta que el Estado pague por la expropiación. El Ministerio de Obras Públicas hizo en 2013 la tasación de las tierras, concluyendo que cada hectárea tiene un precio oficial de 700 dólares.
ASUNCION, Paraguay (AP)