Juan Camilo Zúñiga es un lateral con gran vocación ofensiva, pero el jugador del Napoli sabe que su misión principal con la selección colombiana en el Mundial es ayudar a «mantener en cero» el arco.
Zúñiga cumplió esa función a la perfección el sábado en el triunfo de Colombia 3-0 sobre Grecia en su primer partido mundialista en 16 años.
El buen trabajo de la defensa despejó dudas de uno los puntos que más preocupaban a Colombia. Pero, al mismo tiempo, Zúñiga dejó en claro su buena recuperación de una lesión de rodilla que puso en peligro su Mundial.
«Aprendí mucho de la lesión y me fortaleció», aseguró Zúñiga el domingo en conferencia de prensa en el centro de entrenamiento de los colombianos en Cotia, una ciudad al suroeste de Sao Paulo.
«Cada vez que entro en la cancha pienso en divertirme», agregó el polifuncional zaguero de 28 años, que puede desempeñarse por ambas bandas o incluso adelantarse al mediocampo.
Zúñiga recordó que en sus inicios en el fútbol colombiano fue delantero y que luego pasó a lateral. Consideró que su experiencia en el fútbol italiano le ha servido en su trabajo de carrilero.
«Creo que he mejorado mucho en mi trabajo como lateral y en la lectura de los partidos», subrayó el ex jugador del Atlético Nacional.
En el Napoli, el colombiano juega por el carril izquierdo.
Zúñiga será pieza importante en el engranaje defensivo en el próximo desafío de los colombianos contra Costa de Marfil, una selección que corre más y con rápidos contragolpes por las bandas.
El defensa colombiano admitió, por otra parte, que el sábado sintió nerviosismo, pero que esa sensación solo duro hasta que tocó la primera pelota.
Aseguró que celebró como propio el gol de su compañero de zona Pablo Armero, quien inauguró el marcador.
COITA, Brasil (AP)