Un grupo de prostitutas de la ciudad brasileña de Belo Horizonte se sumó este sábado a la fiebre de la Copa del Mundo 2014. Jugaron un partido junto a miembros de una asociación cristiana evangélica contra un equipo universitario local.
«Luchamos por nuestros derechos. Es una protesta con buen humor, sin violencia», ha declarado al diario brasileño ‘Terra’ María Aparecida Vieira, presidenta de la Asociación de Prostitutas del estado de Minas Gerais, del cual Belo Horizonte es la capital. «La prostitución es un trabajo decente. Pero no tienen muchos derechos y trabajan en malas condiciones. Así que tenemos que apoyarles», aseguró por su parte la estudiante Vanessa Sander, de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG).
«Los derechos deben ser los mismos para todos. No podemos ser dejadas de lado porque somos trabajadoras sexuales. La discriminación debe terminar. Ésta es la prueba de que podemos romper los prejuicios», explicó una de las prostitutas, Patricia Bongas, según recoge la agencia de noticias France-Presse.
Para el duelo, el equipo de las prostitutas eligió los colores de la selección nacional de Brasil: amarillo y verde. El partido se jugó apenas terminó el encuentro entre Colombia y Grecia (3-0) en la misma ciudad de Belo Horizonte, pero no en un estadio, sino sobre el asfalto de Guaicurus, la pequeña calle que es el punto principal de la prostitución en la urbe. Perdieron, pero esto no les quitó el ánimo y el partido acabó con risas y abrazos.