Con un Neymar que ya comenzó a asumir el protagonismo que le demanda su país, Brasil espera despejar lo más pronto posible el trámite de la etapa de grupos, y buscará ser el primer equipo en asegurar su clasificación a la segunda fase de la Copa del Mundo el martes, cuando enfrente a México.
Es un duelo entre dos antiguos rivales que salieron victoriosos de su primer partido en el Grupo A. En sus respectivos estrenos, Brasil derrotó 3-1 a Croacia con dos tantos del astro del Barcelona y otro de Oscar, mientras que México venció 1-0 a Camerún con un gol de Oribe Peralta. Un triunfo de cualquiera de los dos le bastaría para clasificarse si croatas y cameruneses empatan en su partido.
«Brasil, obvio que su expectativa es enorme, por la presión, por el país, porque tienen que ganar, es su Mundial, ya hubo uno aquí y no lo pudieron ganar, hay mucha presión sobre de ellos», dijo el seleccionador mexicano Miguel Herrera. «Sabemos que va a ser otro partido difícil», señaló por su parte Oscar, el creador de juego de la verdeamarela. «Podría decidir cuál equipo avanza a la siguiente ronda, así que de nuevo será como una final. Sabemos que será duro».
El antecedente más inmediato entre los dos equipos se jugó precisamente en este mismo estadio, el Castelao de Fortaleza, cuando los anfitriones derrotaron 2-0 a México por la Copa Confederaciones del año pasado con goles de Neymar y Jo. En aquel entonces la canarinha siguió de largo hasta levantar el trofeo, mientras que el ‘Tri’ se quedó fuera en la fase de grupos.
Brasil es fácilmente reconocible desde aquel torneo, toda una declaración de principios del técnico Luiz Felipe Scolari. Neymar, llamado a ser una de las grandes figuras del Mundial, dejó claro desde el primer encuentro que es la gran referencia de ataque de los anfitriones, favoritos para alcanzar la final del Maracaná, mientras que Oscar se confirmó como el encargado de mover los hilos del mediocampo.
A diferencia de la verdeamarela, México es un equipo muy distinto al de la Confederaciones. En el tortuoso camino a la clasificación desfiló un carrusel de entrenadores a lo largo de una caótica eliminatoria hasta que Herrera asumió el mando para ganar los últimos dos partidos del repechaje contra Nueva Zelanda que otorgó el ansiado boleto. Eso hace que México sea un gran interrogante que apenas comenzó a despejarse con el triunfo ante Camerún.
«El partido que dimos fue muy bueno, redondo, le ganamos en todos los aspectos al rival, pero estamos conscientes que, a pesar de que Camerún es un gran equipo, con grandes jugadores, no es Brasil», dijo ‘el Piojo’ Herrera. «Ya tendremos a todo el país en contra, somos el siguiente rival del país local, del favorito, pero queremos hacer un buen partido, vamos a ir a buscar ganar», añadió el entrenador.
En lugar de la Confederaciones, los mexicanos le apuntan a otro antecedente más prometedor para el Tri, la final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. En aquel partido México consiguió su mayor proeza futbolística al llevarse la medalla de oro tras ganar 2-1 con un doblete del popular «Cepillo» Peralta, y así evitar que un equipo brasileño que incluía a Neymar y Oscar levantara el único trofeo de selecciones que no ha conquistado.
«Esa dolió especialmente, era un título que no teníamos», dijo el mediocampista del Chelsea. «Sabemos que México tiene un muy buen equipo. Siempre he creado dificultades a Brasil y estoy seguro de que no será diferente este vez». Aunque la historia habla de un amplio dominio brasileño, esa imagen es engañosa, pues hace años que los duelos entre Brasil y México son vibrantes y parejos. De los últimos 15 choques, México ha ganado siete.
Las tres veces que se han encontrado en la Copa del Mundo se han saldado con triunfos brasileños, con un total de 11 goles anotados por ninguno mexicano, pero son estadísticas añejas que se remontan a los torneos de 1950, 1954 y 1962, mientras las esperanzas mexicanas se alimentan también de resonantes triunfos más recientes en las categorías juveniles.
Brasil podría no contar con Hulk. El atacante del Zenit se retiró del entrenamiento el domingo con un dolor en el muslo, aunque después dijo que esperaba que no le impidiera jugar frente a México. De darse, sería una ausencia emocionalmente dolorosa, pues Hulk es originario del nordeste brasileño, la región donde queda Fortaleza.
Los dos primeros partidos del Grupo A también se distinguieron por las polémicas arbitrales. En el caso de Brasil, un leve contacto del delantero Fred con el defensa croata Dejan Lovren bastó para que el árbitro japonés Yuichi Nishimura pitara un penal que encaminó el triunfo de la canarinha y provocó airadas críticas y acusaciones de favoritismo para el equipo local. En el de México, dos goles anulados a Giovani Dos Santos impidieron una victoria más abultada del Tri. Esas polémicas podrían pesar al final en la tabla si la diferencia de goles se vuelve definitiva.
«Confiamos en que no sólo nosotros vimos lo que pasó con Brasil, sino todo el mundo, y que no se repita en los siguientes partidos, porque la gente es mal pensada, uno también lo es. Al ser el anfitrión, se pueden pensar muchas cosas, pero confiamos en los que se encargan de eso para que no se repita», dijo Andrés Guardado.
«Al final, en un hipotético empate, son importantes los goles, pero lo son más los puntos», zanjó el lateral mexicano. A juzgar por los antecedentes más recientes, el duelo entre los dos países latinoamericanos también podría definirse por qué tan acertadas estén sus dos figuras, Neymar y Peralta.
FORTALEZA, BRASIL (AP)