Más de 5.000 campesinos e indígenas guatemaltecos marcharon este martes en la capital para protestar contra la construcción de una planta cementera en el oeste de Guatemala, por riesgos de contaminación ambiental.
Ataviados con sus multicolores trajes regionales y lanzando consignas contra la empresa, los manifestantes recorrieron varias calles del oeste, sur y centro de Ciudad de Guatemala tras pernoctar el lunes en una sede externa de la universidad estatal en el occidente capitalino.
«No nos oponemos al desarrollo porque el cemento es importante para la construcción, pero sí nos oponemos a la contaminación que afectará a 12 comunidades» de San Juan Sacatepéquez, ubicado 30 km al oeste de la capital, señaló uno de los manifestantes desde un altoparlante.
La firma guatemalteca Cementos Progreso inició en julio de 2013 las obras para construir una moderna planta en la finca San Gabriel, con una inversión de 720 millones de dólares, y se tiene previsto su funcionamiento para 2017.
Sin embargo, el proyecto ha dividido a los pobladores entre quienes apoyan a la empresa y los que aseguran que afectará los mantos acuíferos y causará otros daños ambientales.
De acuerdo con Daniel Pascual, uno de los indígenas que lidera la protesta, la marcha también tiene como objetivo rechazar un plan para construir una megacarretera que pasará por el municipio de San Juan Sacatepéquez y la instalación de una base militar en la zona, argumentando que la población no fue consultada y se les quiere «imponer a la fuerza» el proyecto.
CIUDAD DE GUATEMALA, (AFP)