Bastante influencia tiene Lionel Messi con el equipo ofensivo y de gala que desplegaría Argentina, cuando busque el sábado un triunfo ante Irán que lo deposite con antelación en los octavos de final de la Copa Mundial.
«Los cuatro fantásticos», un ataque que encabeza Messi y que completan Angel Di María, Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín, jugarían juntos de entrada por más que el técnico Alejandro Sabella no esté del todo convencido, como lo demostró en el debut del equipo que salió a defenderse en el triunfo 2-1 ante Bosnia el domingo en Río de Janeiro. Messi puso el grito en el cielo por esa estrategia y pidió más compañía adelante, algo que Sabella ya había hecho cuando en el complemento dispuso un par de cambios que le cambiaron la cara al conjunto Albiceleste.
Pero quizás para curarse en salud, Messi reclamó un día después que el equipo mire hacia adelante y no hacia atrás. «Somos Argentina, no importa el rival que tengamos enfrente», afirmó el delantero del Barcelona y le advirtió a Sabella que un esquema con cinco defensores «no puede pasar más». Más claro imposible: Messi extendió y firmó el certificado de defunción a la estrategia defensiva de Sabella, que en verdad pocas veces aplicó. Además, fue muy llamativo que lo haya hecho ante un rival como Bosnia, sin grandes luces y debutante en un Mundial.
Entonces, por lo visto en las últimas prácticas, Sabella saldría con el equipo que disputó el segundo tiempo ante los balcánicos y que incluye el ingreso en el centro del campo de Fernando Gago por el defensor Hugo Campagnaro y del artillero Higuaín por el volante Maxi Rodríguez. Con Gago en la cancha, Javier Mascherano se sintió más reforzado en el medio, un sector que por entonces parecía una aduana con personal en huelga. Messi también sintió con agrado esa compañía como así la de Higuaín, quien le cedió la pelota a la «Pulga» para que definiese con maestría tras pasar entre un bosque de piernas.
Argentina saldría ante Irán con el equipo que Sabella siempre dio a entender que sería el titular, hasta que llegó a Brasil y dejó en el banco a Gago e Higuaín. Con ese dúo restaurado en sus puesto, Argentina alinearía a Sergio Romero, Pablo Zabaleta, Ezequiel Garay, Marcos Rojo, Mascherano, Gago, Di María, Higuaín, Messi y Agüero, formación que el técnico le daría rodaje el jueves en un entrenamiento a puertas cerradas en Cidade do Galo, donde se concentra el plantel Albiceleste.
Argentina no debería tener problemas en ganarle a Irán, un equipo que no pasa del tercer nivel en el balompié universal y que igualó 0-0 con Nigeria en el debut de ambos en el Grupo F que lideran los Albicelestes con tres puntos. Si Irán repite la formación que desplegó ante Nigeria, Messi, Agüero, Di María, Higuaín y compañía se las verían con una defensa cuyo arquero Aireza Haghighi juega en la segunda división de Portugal (Sporting Covilha) y que completan tres del fútbol iraní y un cuarto, Pejman Montazeri, que lo hace en el balompié de Catar.
«No hay que subestimar a nadie. Es claro que somos favoritos, y eso hay que demostrarlo en el campo», dijo el arquero suplente Mariano Andújar. «Con los nombres no se gana más; hay que ajustar detalles para evitar sorpresas», agregó el portero, ante el silencio sobre Irán de Sabella y de los otros jugadores de campo. Si Argentina sale primera en su zona, jugará en octavos de final en Sao Paulo ante el segundo del Grupo E que integran Francia, Suiza, Ecuador y Honduras.
BELO HORIZONTE, Brasil (AP)