Los aficionados japoneses están entre los más animosos del mundo durante el juego de fútbol y entre los más educados después del mismo.
Por segundo enfrentamiento consecutivo, los aficionados del Samurái Azul hicieron a un lado la desilusión y recogieron basura que encontraron a su paso en el estadio después del silbatazo final. Se trata de un acto que tiene sus raíces en los valores japoneses de ser respetuosos con el anfitrión y protectores del medio ambiente.
Japón perdió su primer juego de la Copa Mundial por 2-1 ante Costa de Marfil y empató 0-0 con Grecia el jueves en un juego que pudo haber ganado fácilmente.
Muchos aficionados de otros equipos pudieron haber estado tentados a comportarse violentamente después de tales resultados, pero los aficionados del seleccionado japonés prefirieron recoger basura.
El espectáculo de los aficionados poniendo la basura en bolsas después del juego contra Costa de Marfil en Recife al parecer creó un efecto contagioso entre los japoneses aquí en Brasil. Después de ver tales escenas, Junichi Onoda, de 33 años, dijo que le inspiró participar en el ritual de recolección de basura en Natal.
«Hubo toneladas de basura en Recife», dijo Onoda. «Y cuando vi a nuestros aficionados recoger toda esa basura, me impresionó mucho».
Quizá ahora aficionados de otros equipos harán lo mismo.
NATAL, Brasil (AP)