Las propiedades del polen

Las propiedades del polen hacen de este producto secretado por las plantas, un excelente complemento de una alimentación diaria. El consumo de polen aporta muchos beneficios al organismo, que se perciben rápidamente. ¿Quieres conocer qué te puede aportar?

Beneficios del polen

Entre los efectos del polen cabe destacar el aumento de la resistencia al cansancio y de la capacidad intelectual, además de ser beneficioso contra un gran número de enfermedades.

El polen es el producto de la secreción de los órganos masculinos de las plantas, cuya función es la de fecundar los órganos femeninos. De tal forma que, en su composición, se encuentran elementos indispensables para la vida.

Entre ellos, destaca su alto contenido en proteínas, vitaminas, y hormonas que favorecen el crecimiento. Además, el polen posee glúcidos, lípidos complejos, diastasas y oligoelementos.

Los beneficios del polen se refieren a sus propiedades depurativas, energizantes y revitalizantes. Estimula el apetito, aumenta la capacidad de trabajo y baja la tensión arterial. Los efectos del consumo de polen comienzan a sentirse al cabo de algunos días, aumentando la resistencia al cansancio y la capacidad intelectual.

Tomar polen es bueno para la anemia, puesto que favorece la producción de glóbulos rojos, ayuda a la cicatrización, razón por la cual está altamente recomendado para las úlceras. Es ideal para recuperar la vitalidad, por lo que se recomienda su consumo a personas débiles, convalecientes, estresadas, personas mayores y mujeres embarazadas. En los niños, el polen favorece el crecimiento.

Entre el resto de propiedades medicinales, el polen es útil para evitar la prostatitis. Por otro lado, se recomienda el consumo de polen para la hipertensión, las varices, los problemas intestinales y hepáticos, el asma bronquial, los eccemas, la diabetes, los problemas de visión, los estados de ansiedad, de irritabilidad y de nerviosismo.

Contraindicaciones del polen

El polen solo está contraindicado en personas alérgicas. La dosis de polen recomendada por los adultos es de una cucharada al día, que se puede mezclar con las comidas si su sabor no gusta demasiado al tomarlo por separado.