Hong Myung-bo aún evoca la hazaña de hace algo más de una década en la que Corea del Sur avanzó a las semifinales de la Copa del Mundo, que montó a junto a Japón.
El actual técnico de Corea del Sur era entonces el capitán de la selección. Doce años después, está a punto de hacer las maletas temprano en Brasil, al menos que el jueves enderece una ruta que asoma bien complicada: el equipo asiático necesita un triunfo por amplio marcador contra Bélgica y que el resultado entre Rusia-Argelia le sea favorable en el cierre del Grupo H del mundial.
Bélgica ya se clasificó al ganar sus dos primeros partidos contra Argelia 2-1 y Rusia 1-0.
Los argelinos llegan con mejores posibilidades después de vapulear en la fecha anterior 4-2 a los surcoreanos para sumar tres puntos. Los rusos, que también tienen vivas las esperanzas, tienen un punto al igual que los asiáticos, aunque con mejor diferencia de goles.
Hong se resiste a tirar la toalla y tiene la firme creencia de que las cosas se van a dar en el Itaquerao de Sao Paulo.
Y es que si algo hay que resaltar de los surcoreanos es su espíritu combativo en la cancha de comienzo a fin, a pesar de las adversidades.
«Ahora vamos a hacer nuestro mejor esfuerzo hasta el final de la competición», sentenció. «Esa es la única opción que nos queda».
Corea del Sur arrancó el mundial con un gol de suerte en su estreno, cuando el ruso Igor Akinfeev les regaló un gol al dejar escapar la pelota de las manos, tal vez el fallo más grosero de un portero en lo que va del torneo.
Sin embargo, el equipo asiático no pudo mantener la ventaja y se dejó empatar en un descuido de la defensa, su mayor talón de Aquiles en Brasil y que sucumbió en el siguiente partido ante los argelinos.
Velocidad e ímpetu no han sido suficientes, admite Hong. «No se puede ceder en defensa en un partido crucial como el que se viene», advirtió.
Después de esa clasificación histórica a semifinales en el 2002, instancia en que fue derrotada por Alemania, Corea del Sur avanzó a la segunda ronda en Sudáfrica 2010, pero cayó ante Uruguay.
«Vamos a jugarnos nuestras posibilidades hasta el último segundo. Nadie quiere regresar a casa aún», señaló Lee Keun-ho, autor de uno de los dos goles contra los argelinos.
El jueves van contra una Bélgica, que con pasaje en mano, no tiene ninguna presión y que seguramente dará chance a jugadores de la banca.
De todas maneras, el equipo europeo quiere asegurarse el primer lugar de la zona, con lo cual evitaría chocar con el primero del G en octavos de final, que podría ser la poderosa Alemania o Estados Unidos.
«Solo queremos el primer lugar», aseguró el timonel de los belgas, Marc Wilmots, sin darle aparente importancia a un duelo temprano contra los favoritos alemanes.
«Si jugamos contra Alemania ahora o más adelante, ¿cuál es la diferencia? Por lo que sabemos, Alemania podría acabar en segundo lugar en su grupo», agregó.
Alemania y Estados Unidos están empatados en el primer lugar con cuatro puntos, aunque los germanos tienen mejor diferencia de goles. Ghana y Portugal les siguen con uno cada uno y con posibilidades remotas. Esa llave se define el jueves.
Wilmots probablemente dejará en la banca a varios de sus titulares, entre ellos al volante Axel Witsel y el zaguero Toby Alderweireld que tienen tarjetas amarillas, y al defensa central y capitán Vincent Kompany para evitar que se resienta de una dolencia de la ingle que le hizo perderse tres entrenamientos antes del choque contra los rusos.
«Nuestro objetivo apunta a la segunda ronda», dijo Wilmots.
SAO PAULO (AP)