El Ejército iraquí lanzó este sábado un asalto para arrebatar al Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS por su sigla en inglés) la ciudad de Tikrit tras perpetrar un ataque con bombardeos dentro de la urbe e intensos choques terrestres en los alrededores.
El gran ayatolá Alí al Sistani, la mayor autoridad religiosa chiita de Irak, llamó por su parte a los dirigentes a unirse para formar un gobierno de unidad con el objetivo de hacer frente a la ofensiva yihadista.
Varios responsables extranjeros han insistido también en la necesidad de acompañar la acción militar con una solución política a la crisis que enfrenta a las comunidades sunitas, chiitas y kurdas.
El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, dijo por primera vez este jueves que una solución política, paralela a la acción militar, es necesaria para poner fin a la crisis que atraviesa el país desde el inicio de la ofensiva de los terroristas desde hace más de dos semanas.
«Hoy ha empezado una amplia operación militar para desalojar al EIIL de Tikrit», declaró el sábado a medios internacionales Sabah Fatlawi, quien aseguró que «los combatientes del EIIL no tienen alternativa, huir o morir».
El jueves, el ejército retomó la universidad de la ciudad, en la carretera que lleva a Baiji, la principal refinería de petróleo del país, actualmente parada. Se han señalado combates y ataques aéreos durante el día del viernes en la zona.
Los ataques de ISIS que se expanden con fuerza por el territorio iraquí iniciaron el 9 de junio, desde cuando han tomado el control de amplias zonas en las provincias al norte y al oeste de Bagdad. Por las ejecuciones masivas y prácticas terroristas, más de un millón de personas ha emigrado de sus ciudades.