Cómo ganar confianza en la cama

El sexo puede no ser algo tan sencillo para algunas mujeres. Algunas poseen miedos o inseguridades, que les impide disfrutar al cien por ciento el encuentro íntimo con sus parejas. Pero nada es para siempre, y estos pequeños complejos son algo sencillos de superar.

Echa un vistazo a estos consejos para ser más segura en la cama, satisfacer a tu pareja, pero sobre todo, satisfacerte a ti misma.

Ríe

Desde un ruido extraño, caerse de la cama o golpearte la cabeza con el respaldo de la cama, son algunas de las cosas que suceden mientras mantienes relaciones sexuales. Y también son un buen motivo para tomarlos con gracia y reírse un poco.

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El sexo no siempre es serio y sexy, sino que tomar ciertos momentos con algo de risa, demostrará que eres madura y confidente.

Acepta tu desnudez

Si al tener relaciones sexuales, te avergüenza mostrarte desnuda, y no dejas que tu pareja te vea, para ganar más confianza, debes superar eso. Trata de hacer otras cosas desnuda, para que te vayas acostumbrando a tu cuerpo desnudo, como ducharse juntos, un masaje o hasta cenar desnudos. La normalidad de tu desnudez te hará sentir cómoda cuando estés en la cama.

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Conquista el miedo

Para estar segura en la cama, debes tener confianza en ti misma, y superar el miedo es la mejor manera de aumentar tu autoestima. Una gran ayuda para conseguirlo es la persona con quien te acuestas. De nada sirve estar con un hombre que tira para abajo tu amor propio.

Accesorios

Los accesorios también pueden ser de ayuda, si eliges los correctos. Un disfraz travieso o un pañuelo para vendar los ojos pueden darle un poco de picardía a tu encuentro amoroso. Pero si vas a hacer un personaje, luego tienes que volver a ser tú misma; no olvides que eres esa persona siempre, sólo que con otra ropa.

Desvía la atención

Si estás nerviosa, y no puedes dejar de pensar en tu celulitis o el tamaño de tu abdomen desde ese ángulo, trata de abstraerte y concentrarte en lo que estás haciendo, poniendo solo la atención en disfrutarlo. Además, en ese momento, ¡los hombres ni miran la celulitis, ni los rollitos!