«Mamá, papá estoy embarazada». Sin duda, es una frase que deseamos escuchar nosotros como papás, pero no durante la adolescencia de nuestra hija. ¿Cómo afrontar esta situación sin caer en la desesperación? Como padres debemos mantener la calma y hablar abiertamente con nuestra hija adolescente.
Serenidad
A pesar de los sentimientos encontrados que podemos tener, no debemos reaccionar ni con insultos o reclamos ante nuestra hija. Recordemos que a pesar de la información y formación de valores que le dimos a nuestra adolescente, todos somos humanos y cometemos errores. Hablemos con serenidad y paciencia, dejemos que sea nuestra hija quién nos explique cómo se siente respecto a su embarazo y que decisión es la que desea tomar.
Abanico de soluciones
Nuestra formación religiosa, familiar y moral será la que regulara este abanico de soluciones, en algunos países es legal la interrupción del embarazo en una menor de edad, dar al bebé en adopción, o hacerse cargo de él y responsabilizarse por su futuro. Debemos presentarle con mucha calma las opciones a nuestra hija y apoyarla y a aconsejarla sea cual sea su decisión.
Hablar con los otros padres
Una vez que hemos hablado con nuestra hija, es momento de hablar con los padres del muchacho. Este punto es importante por una sencilla razón, él también tiene derecho a elegir y opinar sobre el embarazo. Dado que los hijos de ambos son muy jóvenes, se debe de llegar a un acuerdo entre los padres de los adolescentes, sobre el futuro de estos, ya sea que sigan juntos o se separen, deben de tener responsabilidad y conocimiento del futuro bebé.
Grupos de apoyo
Seguramente dentro de nuestra comunidad debe de haber un grupo que apoye y dé atención médica y psicológica a adolescentes embarazadas. Estos grupos de ayuda nos sirven para que veamos que no estamos solos y que hay más familias que tienen el mismo problema que nosotros.
Atención médica durante el embarazo
Ya que nuestra hija es adolescente y su cuerpo aún no está totalmente preparado para un embarazo, será muy importante llevarla a control médico, ya que en la mayoría de los casos de madres adolescentes se convierte en embarazos de alto riesgo.
Nuestra hija debe de sentir el apoyo de toda la familia, nada ganamos con recriminarle las cosas, mejor ayudémosla a enfrentar el futuro, hablemos con ella sobre cómo se siente respecto a su embarazo, y ofrezcámosle -sea cuál sea la decisión que haya tomado- nuestro apoyo y amor incondicional. Ayudemos a nuestra hija que será en poco tiempo una madre adolescente.