Un hombre murió, más de 500.000 personas fueron evacuadas y cientos de vuelos fueron cancelados en Japón en momentos en que un fuerte tifón llevaba lluvias torrenciales y poderosos vientos a sus islas del suroeste y podría provocar fuertes lluvias en Tokio esta semana.
El tifón Neoguri se ha debilitado desde su estado original como un supertifón, pero se mantenía intenso, con ráfagas de más de 250 kilómetros por hora. Neoguri avanzaba a través de la cadena insular de Okinawa, donde estaban en vigor advertencias de tormenta y alta mar.
«La gente debe tener la mayor precaución», dijo Keiji Furuya, ministro de Estado a cargo de la gestión de desastres, en una conferencia de prensa.
Un hombre murió después de que su barco fue hundido por las altas olas, dijo la cadena de televisión local NHK. Varias personas sufrieron heridas leves por caídas.
Más de 50.000 hogares en Okinawa quedaron sin electricidad y una refinería de petróleo suspendió sus operaciones. Imágenes de televisión mostraron un techo colapsado de una galería comercial, las luces de las calles agitadas por el viento y ramas volando por las calles en gran parte desiertas.
Todas las plantas están cerradas por una política nacional, y la planta nuclear de Fukushima Daiichi, que fue destruida por el terremoto y el tsunami de marzo del 2011, está ubicada al otro lado del país.
TOKIO (Reuters)