La señora Jenny Mendoza quedó tras las rejas de la Estación Siete de policía, después de protagonizar una fuerte alteración al orden público y golpear a varios agentes en la recepción de ese distrito.
Mendoza iba con un solo propósito y era el de convencer a las autoridades de dejar en libertad a su hijo de 15 años de edad, quien estaba siendo acusado de cometer un robo, en contra de doña Igdalia Zapata a quien despojaron de un saco cargado de provisión.
El hecho ocurrió a plena luz del día y fue a vista y paciencia del vecindario.
La indignada madre no solo evitó que a su hijo no se lo llevaran preso, si no que también, se trasladó hasta el distrito policial y la arremetió contra todos los oficiales.
La mujer logró quedar junto a su hijo, pero presos. Ahora tendrá que responder por los delitos de obstrucción al trabajo policial y atentar contra la autoridad y sus agentes.
Dalila Álvarez